Nuestra Carta.

LUCÁN, durante toda su vida, fiel servidor de Atlan (Dios del fuego).


Nosotros, La Comunidad Rover Lucán, nos identificamos con su nombre y por eso seguiremos sus pasos, dedicándonos a servir a los demás, trabajando como una comunidad solidaria, para abrirnos al mundo y para "dejarla mejor de como la encontramos"...


Pondremos lo mejor de nosotros en cada proyecto a realizar, llevándola a cabo en forma conjunta y organizada, para ello cada uno de nosotros asumirá un cargo rotativo dentro de la rama, logrando así, su crecimiento y haciendo que funcione de manera ágil, y eficiente.


Aceptando y comprendiendo, también, la situación de quienes no puede asistir todos los sábados, por diferentes razones. Además, los mismos deberán comunicarse durante la semana para informarse de lo realizado en el día de su ausencia.


Queda grabado en esta carta, que nunca nos rendiremos ante ninguna situación u obstáculo que se interponga en nuestro camino.


Dejando en claro que nuestro principal objetivo es transformando en hechos todos nuestros proyectos, ya que "no se puede curar una herida sólo con buena voluntad".


A la vez, queda prohibido:"Llorar sin aprender, levantarse sin saber que hacer, olvidar nuestros recuerdos......no ponerle buena cara a los problemas no dar lucha a lo que queremos, abandonarlo todo por miedo, no hacer realidad nuestros sueños......no ser nosotros mismos ante la gente, fingir ante las personas que no nos importan, hacernos los graciosos con tal de que nos recuerden...... no crear nuestra propia historia, no comprender que lo que la vida nos da, también nos lo quita...


Amando, viviendo, aprendiendo, comprometiéndonos con nuestra escala de valores, daremos testimonmio de nuestro estilo de vida, de nuestra promesa, de nuestra ley......y a lo largo del camino aprenderemos que una de nuestras manos nos servirá para ayudarnos y la otra para ayudar a los demás".